Celiaquía y embarazo: Consejos para una sana gestación
Retomamos de nuevo los post semanales, ¡ya era hora! Para poder elaborar este nuevo post hemos consultado con nuestra ginecóloga de referencia sobre lo que puede aconsejarnos con respecto a celiaquía y embarazo. Te lo contamos a continuación, ¡toma nota!
Celiaquía y fertilidad
En relación a la fertilidad, las mujeres con celiaquía o intolerancia al gluten que siguen una dieta correcta tienen unos resultados similares a la población general. Sin embargo, el problema tiene lugar cuando el diagnóstico de dicha patología no se ha realizado todavía. En ese caso, pueden ocurrir dos situaciones:
- Que el inicio de la menstruación se de en edades más tardías.
- Que existan problemas de irregularidad menstrual, incluso pudiendo llegar a darse una menopausia precoz.
Además, durante el embarazo, las mujeres con una dieta sin gluten poco o mal controlada y aquellas con la enfermedad sin diagnosticar, podrán tener un mayor riesgo de abortos de repetición y de otros problemas fetales, tales como:
- Parto prematuro.
- Retraso del crecimiento intrauterino.
- Muerte súbita antes del nacimiento o bajo peso del bebé al nacer.
Todas estas complicaciones suelen revertir en su mayoría instaurando una dieta sin gluten.
Celiaquía y embarazo: Consejos sobre alimentación y estilo de vida
Alrededor de un 15% de la población tiene problemas de fertilidad de causa desconocida y se cree que hasta un 5% podría tratarse de personas con enfermedad celíaca o intolerancia al gluten. Aunque no todos los estudios reportados hasta la fecha encuentran una asociación contundente entre celiaquía e infertilidad y abortos, parece razonable no descartar su diagnóstico dentro de las pruebas realizadas buscando su causa, ya que podría tratarse de una celiaquía asintomática hasta la fecha.
Así pues, si padeces celiaquía o intolerancia al gluten y deseas quedarte embarazada, debes cuidar tu dieta y extremar la precaución ante la contaminación cruzada. Recuerda que no todas las dietas sin gluten son saludables y, especialmente durante el embarazo, debes:
- Dar prioridad a la fruta y verdura en tus comidas diarias.
- Tomar proteínas de calidad en pescados pequeños, legumbres, carnes blancas, huevos, lácteos enteros o semidesnatados sin azúcar.
- Disminuir el consumo de carnes rojas y procesadas.
- Buscar grasas de calidad en aceite de oliva virgen extra, aguacate, semillas y frutos secos.
- Consumir mejor la fruta entera en lugar de optar por un zumo.
- Limitar al máximo los azúcares libres.
- Evitar el contenido en arsénico asociado al arroz. Lo ideal es tomarlo semi-integral, y cocerlo y remojarlo en abundante agua.
- Poner especial atención al alcohol. No se sabe cuál es la mínima cantidad segura, así que no tomar nada es nuestra recomendación.
Te recomendamos también realizar ejercicio físico moderado de forma regular. Todos estos consejos limitarán las posibilidades de desarrollar complicaciones como la diabetes gestacional, estadios hipertensivos en el embarazo y aumentarán tus posibilidades de conseguir un parto vía vaginal.
Aún cuidando tu alimentación de forma estricta, pueden aparecer complicaciones en relación a una posible malabsorción de nutrientes. Aunque cada vez son más los especialistas que abogan por hacer hincapié en una dieta sana más que a dar suplementos vitamínicos, parece razonable que en caso de celiaquía y embarazo, estos suplementos se tomen desde el inicio.
Desde luego, como mínimo deben suplementarse con 400 mcg de ácido fólico diarios, tal y como se recomienda a la población general. En condiciones ideales, si estás planificando un embarazo, se propone el inicio de la toma del ácido fólico desde 3 meses antes de intentar quedar embarazada. Por otro lado, la anemia, ya sea por deficiencia de hierro o malabsorción, deberá seguirse de cerca.
Cuando se determina una anemia ferropénica refractaria al tratamiento durante el embarazo o fuera de él, se debe sospechar de nuevo la posibilidad de estar ante una enfermedad celíaca asintomática hasta entonces y que se deberá comenzar a tratar.
Y también se debe prestar especial vigilancia a los niveles de vitamina D y B12, cuyos déficits pueden relacionarse con problemas fetales e, incluso, con la depresión postparto. Resultaría adecuado realizar una monitorización de dichas vitaminas a lo largo del embarazo.
En cuanto al estudio ecográfico fetal, en caso de celiaquía y embarazo, sería adecuado realizar al menos una ecografía más que a la población general, sobre la semana 28, para descartar que se haya instaurado un retraso del crecimiento intrauterino que convendría conocer para poder ir controlando adecuadamente.
Así pues, si padeces celiaquía y deseas quedarte embarazada, relájate si ya cuidas tu dieta sin gluten. Con un adecuado control, el embarazo se desarrollará de la misma manera que en el resto de mujeres. Recuerda que con control, celiaquía y embarazo no es un sinónimo de problema.
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